La puerta es su primera barrera contra el delincuente y debe ser la mayor inversión de su protección.
Se llama a todo puerta de seguridad, como todo es jamón ibérico.
Las únicas puertas que pueden garantizar un grado de seguridad son las puertas comúnmente llamadas acorazadas que han superado los test exigidos por las normas correspondientes, UNE-EN 1627:2011 o UNE 85160:2013 en sus diferentes grados 3, 4 y 5, que ensaya las puertas contra métodos de ataque más actuales y sofisticados.
Las puertas macizas, blindadas y acorazadas de grado 1, 2 o 3 con ensayos anteriores al 2011 no se consideran puertas de seguridad.
Todavía existen puertas que se comercializan con ensayos según la norma UNE-EN 1627:1999. Esta norma es del año 1999 e incluye ensayos de ataques muy básicos, poco exigentes y nada reales con los métodos utilizados a día de hoy por los delincuentes. De esta forma, queda obsoleta y derogada por la nueva UNE-EN 1627:2011.
La norma UNE-EN 1627:2011 se centra en ensayar ataques con cargas (estáticas y dinámicas) y ataques manuales básicos.
Es una norma útil para medir la resistencia de la estructura de la puerta, marco y premarco pero es una norma de baja exigencia contra ataques manuales al sistema de cierre, que es el punto débil y el más explotado por el delincuente ocasional y profesional debido a que es rápido, sin apenas ruido y no requiere de herramientas sofisticadas pero insuficiente como referencia global de seguridad. Para usuarios con mayor exigencia de protección, es necesario aplicar la norma UNE 85160:2013.
UNE 85160:2013
La nueva norma española UNE 85160:2013 se considera más completa y actual porque incluye todos los ensayos de la norma UNE-EN 1627:2011 a los que añade nuevos ensayos con ataques manuales contra el sistema de cierre, con herramientas actuales más contundentes, mayor tiempo de resistencia y hasta dos personas atacando al mismo tiempo.
Se considera que una puerta es de seguridad a partir del grado 3 ensayado sobre la norma UNE 1627:2011 o UNE 85160
La fuerza del acero está en sus nervios y no en el espesor ni en el peso excesivo de la puerta. Cuantos más nervios tenga la estructura interna de la puerta, mayor será la resistencia contra cortes por radial y sierra de sable.
Las estructuras de mucho hierro (tubos de hierro) no son más resistentes, simplemente son más pesadas.
¿Qué diferencia la norma UNE-EN 1627:2011 de la UNE-EN 1627:1999?
La norma UNE-EN 1627:2011 es actual y realiza ensayos más exigentes. Además, sustituye a su predecesora del año 1999, que ya es considerada obsoleta y, por lo tanto, no debe tomarse como referencia.
¿Cómo puedo mejorar o reforzar mi puerta?
Como mínimo, debería disponer de dos cerraduras embutidas con escudo acorazado certificado conforme a la normativa UNE-EN 1906 de grado 4 y una pareja de cilindros de alta seguridad certificados con el grado 6 de la normativa UNE-EN 1303 amaestrados con control de copia de llave y protección anti-bumping.
El escudo protector del sistema de cierre debe ser acorazado, con base abocardada y sujetado mediante una plancha de acero templado para evitar su extracción.
Muchas puertas llamadas acorazadas tienen escudos fácilmente saboteables sin protección real.
Existen escudos magnéticos y otros que incorporan alarma y envían un aviso al móvil cuando detectan un intento de apertura.
Antes de abrirse la puerta, el detector avisa al propietario, obteniendo mayor tiempo de reacción. Así mismo, reduce el tiempo del que dispone el delincuente y ofrece mayor tiempo de respuesta al propietario si se encuentra en el interior de la vivienda.
Otra opción para mejorar la seguridad de su puerta es disponer de detectores que alerten y comuniquen el intento de intrusión antes de que se produzca la apertura.
Las cámaras permiten verificar una intrusión y, en ocasiones, disuaden al ladrón ocasional. Permiten utilizarse como prueba de un delito, si estas pueden identificar con nitidez al delincuente.