Para conseguir un grado óptimo de resistencia física contra ataques con violencia como el taladro, el fresado, la extracción o la rotura del cilindro, es necesario proteger el cilindro con un escudo de seguridad.
El escudo tiene la función de proteger el cilindro por su parte exterior dificultando, retardando y aumentando la resistencia física ante ataques violentos y métodos de apertura de habilidad como el bumping o el ganzuado.
Todos los cilindros son vulnerables frente ataques de este tipo y, dependiendo de su nivel de seguridad, ofrecerán más o menos resistencia.
Un cilindro instalado sin escudo de seguridad y que sobresalga más de 3mm de la puerta es totalmente vulnerable.
Los escudos protectores huecos o con la silueta del cilindro abierta no retardan la intrusión.
Los escudos de alta seguridad ofrecen, como característica principal, un alto efecto disuasorio.